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sábado, 14 de enero de 2012

PSICOLOGIA. El arte de la bondad.

EL ARTE DE LA BONDAD

Autor : Stefan Einhorn, medico oncólogo y profesor del Instituto Karolinska de Suecia.

Editorial : DeBolsillo, 2007

203 páginas sin ilustraciones.

El subtítulo de este libro dice lo siguiente : La ciencia demuestra que hacer el bien es la clave de la felicidad.

Se trata de un libro sencillo de leer y directo, lleno de ejemplos y sin tecnicismos a pesar de recurrir a menudo al apoyo de la evidencia científica. Hay también una buena dosis de recuerdos autobiográficos.

El tema central es la Ética y de qué forma vivir con ella presente acerca a la persona a la plenitud.

Presenta varias definiciones o acercamientos al concepto de bondad como son :

-Una buena persona es un individuo que vive con ética en su corazón.

-La gente buena es sabia porque, de forma consciente o inconsciente, entiende de lo que se trata : lo que hacemos por los demás lo hacemos por nosotros mismos.

-Junto a la inteligencia normal y a la emocional, el autor apunta la inteligencia ética, que es la que capacita para hacer el bien.

-La bondad auténtica es tener el valor de salir en defensa de lo que está bien.

-La bondad no trata de tener buenos pensamientos sino de realizar buenas acciones...pero sin un buen juicio es difícil ser buena persona.

-La bondad auténtica es el deseo de hacer el bien y de convertir ese deseo en acción.

-La bondad es una forma de inteligencia que reparte dividendos.

-Nacemos con genes que nos predisponen al comportamiento ético.

-La bondad es una forma de servir a los demás y a nosotros mismos.

-La generosidad es una forma fantástica de demostrar la bondad.

-ser generoso, hospitalario, amable, considerado y compasivo, accesible a los demás, sin verse amenazado porque siente una seguridad interior.....son aspectos todos ellos que podrían encontrarse en el concepto “bueno”.

Sobre la BONDAD y la ETICA :

El autor define la Ética como :

- La forma como nos relacionamos con nuestros semejantes y con nuestro entorno.

- Se ocupa del arte de ser un semejante.

- Es una condición básica para nuestra capacidad de hacer el bien, para una sociedad humanista, para que el hombre sobreviva como especie y para la supervivencia de todo nuestro mundo.

-Originalmente no existía diferencia con el concepto de Moral, pues ambas palabras significan costumbre pero hay matices que las distinguen, como que la Ética es un marco de normas y reglas a seguir y la Moral se refiere a cómo actúa el individuo ante un problema ético.

-El propósito de la Ética útil es la máxima felicidad para el máximo de personas.

Es generalmente aceptado en el mundo de la ciencia de la Biología que el hombre está dotado con pensamiento ético/moral porque supone una ventaja para la supervivencia.

Un dilema ético es una situación en donde hay aspectos positivos y negativos y nuestra moral tiene que enfrentarse a la realidad. Aquí la persona dispone de varias herramientas : principios éticos o normas y reglas; sentido común; conciencia o brújula interna; empatía o capacidad de ponernos en el lugar del otro y pedir consejo a los demás. Todas y cada una de estas herramientas son válidas y mejor si se emplean varias a la vez pero muchas veces la decisión final nos la hace tomar nuestra INTUICIÓN, que es una sensación individual sobre lo que está bien o lo que está mal.

El autor llama la atención sobre un concepto de bondad que hay que tener en cuenta : la falsa bondad.

En primer lugar hay que desterrar los tópicos de que bondad es equivalente a debilidad, a falta de inteligencia o a fácil manipulación. Ser blando, adulador o débil, no debe confundirse con bondad. La auténtica bondad es tener valor para salir en defensa de lo que está bien.

Lo que cuenta de verdad es el resultado final. Lo que importa no es la intención sino la acción. Si a esto unimos que la vida de cada persona afecta a miles de semejantes y lo que hacemos en relación con otra persona afecta a su vez a su relación con otros, nos damos cuenta de lo importante que es aquello que hacemos y que sea lo más bueno posible para con nuestros semejantes, por su efecto multiplicador. Hace más de 2500 años decía el sabio Esopo que “ninguna buena acción, por pequeña que sea, será una pérdida”. Por eso, dice el autor que una de las mejores maneras de ser bueno consigo mismo es justamente siendo bueno con los demás.

En resumen, la auténtica bondad es tener el deseo de hacer el bien y convertir ese deseo en acción.

Hace mención el autor al famoso experimento de Milgram, en el que no se tenía intención de hacer daño pero de hecho sí se hacía . En éste y en otros casos de la historia hombres “normales y corrientes” eran capaces de infligir dolor a sus semejantes e incluso cometer crímenes “cumpliendo órdenes”, aunque no fuera esa su intención inicial.

Sin embargo, somos libres y, como decía el psiquiatra Víktor Frankl, que pasó 3 años viviendo en un campo de concentración nazi “se puede quitar todo menos la libertad de elegir nuestra actitud”.

La regla dorada en prácticamente todas las culturas y religiones es tratar a los demás como quisieras que a ti te trataran. Un problema de la sociedad actual es que tendemos a aislarnos y a solucionar de manera individual nuestros problemas.

Hay un concepto que el autor llama “otroismo” para referirse a esa actitud de no hacer las cosas para no complicarnos la vida o porque creemos que ya lo solucionara otro. Fue lo que ocurrió en el trágico asesinato de Catherine Genovese, el año 1964 en la ciudad de Nueva York. La asesinó un hombre mientras el hecho era observado por más de 30 personas, que no hicieron nada por ayudarla. Se hicieron investigaciones inspiradas en este caso que dieron como conclusión que a mayor número de posibles personas que puedan ayudar, menor es la implicación de cada uno en la ayuda. Es decir, es más fácil que te ayuden si te ve una sola persona que si te ve un grupo de personas.

Opina el autor que el mundo es básicamente bueno y ese tipo de cosas ocurren pero no es lo habitual. Lo natural es la bondad porque gana a la larga y “reparte dividendos”.

La teoría evolucionista sostiene que sobrevive el mejor adaptado (no el más fuerte, como se suele interpretar). Y la cooperación en el grupo y el altruismo son recursos en la lucha por la supervivencia.

En este sentido, se hace una revisión de comportamiento de especies animales y se muestra como presentan conductas altruistas y de apoyo a los más débiles. Se ha visto, por ejemplo, en ballenas y delfines y en muchos otros animales. Se concluye, pues, que el altruismo y la bondad son parte de nuestra herencia genética.

Es normal que sea así porque muchos experimentos científicos demuestran que cuanto mejor nos portamos con los demás, mejor se portan con nosotros. En resumen, la bondad es rentable. Y sí, dice el autor bien alto, podemos ser buenos por egoísmo. No hay nada de malo en eso, al contrario, ES HUMANO SER BONDADOSO POR EGOÍSMO. Hay múltiples razones para ser bondadoso porque aporta mucha más ventajas, como tener más amigos, ser reconocido, evitar conflictos, tener la conciencia tranquila...sea por lo que sea, lo importante es la acción final y no el motivo de esa acción.

En resumen, que lo natural es la tendencia hacia la bondad porque con ello ganamos todos: uno mismo, el grupo, la sociedad y en definitiva todos porque “el mundo se hunde con la maldad y se eleva con la bondad”. En definitiva, practicando la bondad nos beneficiamos todos.

Los dos últimos capítulos se refieren al concepto de Éxito.

En primer lugar analiza qué es y como se puede medir el éxito, concluyendo que se trata de algo relacionado con aspectos culturales y totalmente subjetivo. Además hay que observar si algo es exitoso o es un fracaso mirándolo a largo plazo porque lo que hoy es bueno mañana puede convertirse en algo negativo.

Por otra parte tampoco se ha observado que éxito sea sinónimo de felicidad. Muchas veces incluso resulta ser todo lo contrario. Personas que se considera por todo el mundo que han alcanzado el éxito, pueden sentirse muy desgraciadas.

Para alcanzar el éxito el autor da un consejo : ser buena persona.

Habla de potenciar la generosidad, la empatía la responsabilidad, evitar los conflictos, ser amable y escuchar a los demás, no temer imitar a otros que consideremos son buenos modelos para nosotros y ser modelo nosotros también para otros. Y un cconsejo más: es muy importante perdonar.

En ningún caso recomienda dar salida a la ira porque de esa forma aumenta y puede llegar a perderse el control y aconseja mejor sustituirla por un esfuerzo físico (que además libera endorfinas). Tampoco hace falta cambiar de personalidad para ejercer la bondad, basta con elegir qué aspectos de nuestra personalidad son los más positivos para vivir de la forma que elegimos vivir y vivir de la forma en que queremos está en nuestra mano. Muchas veces hay que plantearse cambiar de vida y no sabemos cómo nos gustaría que fuera nuestra vida. Puede ser de ayuda preguntarnos ¿cómo viviría si me quedara un año de vida?. El propio autor cambió su vida de éxito profesional como investigador y catedrático, para dedicarse a escribir sobre todo libros relacionados con la filosofía, la religión y la ética (lo que podía, incluso, rebajar su prestigio como científico).

Termina el libro con una conclusión referida a por qué hacer el bien : porque nos sentimos mejor; porque es más agradable estar rodeados de gente que se siente bien; creamos ventajas para nosotros mismos; funciona mejor la sociedad que se maneja con criterios éticos y porque, en definitiva, hacemos nuestra aportación a un mundo mejor.

Última recomendación y como broche e ilustración del libro, ver la película de Frank Capra “¡Qué bello es vivir!”.

M.S.S. Febrero 2008

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