1 AÑO DE VIDA
Editorial :”Los libros del comienzo” 2001
Se plantea el autor en este libro hacer una especie de simulacro de preparación para la muerte. Puesto que nadie sabe cuando empieza el primer día de su último año de vida, se plantea cómo organizar y qué hacer con su vida partiendo de que hoy es ese primer día de su último año. A lo largo de las 232 páginas del libro, ira desmenuzando pensamientos y técnicas de Meditación para afrontar ese proceso.
Lo primero que llama la atención es observar como negamos la muerte. Cuenta el autor que incluso los presos que están en el corredor de la muerte la niegan. El miedo a la muerte representa a todos los miedos y hay que superarlo, hay que prepararse para la muerte, siendo tan segura, es un acto de sabiduría y tan práctico como preparar el pasaporte.
Los pasos que va dando en este recorrido son :
· REPASAR LA VIDA
A esto ayudará llevar un Diario, donde se recojan nuestros recuerdos, agradables y penosos, y los estados mentales . Tb. reflexionar sobre las prioridades y deseos que observamos.
· PRACTICA DE LA MEDITACIÓN.
Meditar es cultivar la atención más profunda, que es una forma de Sanación. Hay una Meditación especial para explorar los miedos. La llama MEDITACIÓN PARA ABLANDAR EL VIENTRE.
Esta practica comienza con respiraciones profundas que terminan concentrándose en el vientre y expresando deseos de sanación “deja que salga el dolor, ablanda la armadura que rodea el corazón. Deja que salga el dolor “.
Pero en realidad, más que miedo a la muerte, a lo que se teme es al proceso de morir y sobre todo que sea doloroso. El morir es a la muerte, lo que el nacimiento a la vida.
Acompañar en ese tránsito a tantos moribundos, le ha dado al autor capacidad para describir cómo se muere : “una sensación de ligereza, como flotar en libertad,.. inunda el corazón una alegría inesperada”.
· PREPARACIÓN PARA MORIR. Para conseguir la paz hay que PERDONAR y hay que sentir GRATITUD.
Perdonar pone fin a los asuntos pendientes. Es lo que permite avanzar. El Perdón es la medicina más potente para curarnos. Pero no hay que forzar los recuerdos traumáticos. Hay que ir poco a poco y el solo hecho de tocar un recuerdo difícil con el ánimo de sanar, ya es un bálsamo para el que sufre.
El perdón y la gratitud suavizan el lecho de muerto. La cólera y las lamentaciones lo vuelven de piedra.
El libro recoge unas meditaciones guiadas para practicar el Perdón y la Gratitud, visualizando nuestro encuentro con la persona que nos hizo daño o con la persona que nos dio amor.
· PRACTICAR LOS EJERCICIOS DEL DESAMPARO
Propone algunos ejercicios que son muy potentes como el de
pasar un día entero en el que te den de comer y te vistan, como si tu no pudieras hacerlo. Otro es el de caminar por tu casa con los ojos tapados, como si fueras un ciego. Otro podría ser el de pasar todo un día sin hacer nada. Sin estímulo alguno, ni música, ni leer... Es verdaderamente difícil y, al no tener estímulo alguno, la mente comienza a sentir inquietud.
· NO HAY SOLEDAD EN LA MUERTE. Dice Levine que
una de las creencias que más miedo provocan es la de la soledad ante la muerte, pero afirma que eso no ocurre porque nuestro espíritu se une al de los cientos de miles que ese día parten de la tierra, como si fuesen relámpagos.
La certeza que el autor tiene de que, al morir, la conciencia sobrevive y sale del cuerpo se basa en sus cientos de experiencias con moribundos.
· DESPRENDERSE DEL CUERPO . Relata como la experiencia de observar una autopsia deja completamente clara la idea de lo insignificante que es el cuerpo y da una importante lección sobre impermanencia.
Sin embargo, mucha gente dice que prefiere morir durmiendo, para no darse cuenta de nada. Pero también los hay que prefieren todo lo contrario, ser plenamente conscientes de todo el proceso y poder terminar todo lo que debe ser completado.
Hay gentes que no pueden morir en paz porque no han satisfecho sus ambiciones. Eso es porque no han descubierto su propia gran verdad . No han encontrado su Loto (símbolo de Liberación).
Y también hay quien es capaz de provocarse la muerte, desprendiéndose del cuerpo, iniciando una muerte consciente. Esto solo se conoce de algunos monjes tibetanos, con la práctica del Phowa, técnica que consiste en despejar el conducto a través del cual la fuerza vital viaja para salir mejor del cuerpo hacia el exterior. Son 5 los centros de energía que deben ser abiertos y atravesados.
En el primer mes aconseja reflexionar sobre qué harías ante el diagnóstico de una enfermedad por la que te dan un año de vida.
En el segundo mes propone trabajar sobre el miedo a morir, con la Meditación de ablandar el vientre.
El tercer mes es para discutir sobre el miedo al dolor.
El cuarto mes se practicará una Meditación sobre la Muerte.
El quinto mes se hace un Repaso a la Vida, con Meditaciones de Perdón y de Gratitud, hasta llegar a firmar la paz con la vida.
El sexto mes se levantará un pequeño altar
El séptimo mes Meditación sobre el Rostro Original
El octavo mes Meditación sobre el Abandono
El noveno mes Meditación del Cementerio y dejar expresado que se desea que hagan con nuestro cuerpo (incineración o sepultura ).
El décimo mes escribir un testamento, cartas y epitafio. Práctica de Muerto por un día (ver el mundo sin mí)
El décimo primer mes dedicar más tiempo a la familia y amigos
El duodécimo mes hacer el ejercicio de Barrido del Cuerpo y ya decir adios a esta vida y prepararse a la Renovación con la muerte.
- Nada es demasiado bueno para ser cierto (E. Kubler-Ross)
- Hasta que no dejemos de definirnos por nuestros recuerdos, no podremos descubrir quienes somos en realidad.
- El dolor lo que quiere es que se le haga caso.
- Si nos esforzamos en hacer bueno un día malo, seguro que será un dia mejor.
- La satisfacción duradera no está en la obtención del deseo sino en su ausencia.
- Una vez nos hemos vuelto hacia la luz, no importa lo lejos que esté. Lo importante es mirar ya siempre hacia ella.
- Envejecer es la mejor preparación para la muerte. Nos enseña a seguir nuestra fuerza vital hacia dentro.
- Cuando se apaciguan las primeras etapas de la pena y sentimos la ausencia absoluta de la persona fallecida y la mente empieza a sumergirse en el corazón, aflora una sensación de inseparabilidad absoluta de esa persona que puede ser el puente de dos direcciones por el que se intercambian los sueños de ambas encontrándose en los sueños.
M.S.S. septiembre 2005
Muy interesante todo. Muchas gracias
ResponderEliminarHola! Stephen Levine fue discípulo de Roberto Assagioli y RAM Dass. Elizabeth era contemporánea a él y no se conocieron hasta avanzadas sus carreras.
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